Es interesante ver que Jesús quiso comenzar su vida pública de milagros en una fiesta de bodas, indicándonos con ello el aprecio que el Señor tiene por el matrimonio católico y por la familia.
Y la Virgen fue quien se percató de que en la fiesta no había vino, y recurrió a su divino Hijo para obtener de Él el primer milagro.
Es que María se preocupa por la vida familiar y está atenta a todo lo que pasa en la familia, especialmente por lo que le sucede al matrimonio que la fundó.
Entonces los esposos siempre deben saber recurrir a Jesús y en especial a María, que se interesa también por lo material y lo transitorio, pues Ella bien sabe que a veces los hombres necesitamos de lo sensible y de las alegrías terrenas para alcanzar la Alegría definitiva del Cielo.
Y el primer milagro fue la conversión de agua en vino. Es decir que el Señor no es un aguafiestas, sino que nos provee del vino, es decir, de la alegría. Y lo hace a pedido de María, su Madre santísima.
En el matrimonio cristiano muchas veces se necesitará cambiar el agua en vino, las amarguras y tristezas de la vida en común, por la alegría del Señor, que quiere vivir en medio de los esposos y unirlos cada vez más, hasta hacerlos no sólo esposos, sino amigos y hermanos uno del otro.
A pesar de las leyes inicuas que se aprueban desde los gobiernos anticristianos, el matrimonio siempre seguirá siendo de uno con una y para toda la vida.
El esposo y la esposa deberán vivir unidos en santo matrimonio, porque así lo exige la crianza de los hijos, que necesitarán una sociedad estable para crecer y desarrollarse, y eso se lo proporciona el matrimonio católico.
Satanás odia todo, pero en especial odia al matrimonio católico, porque es un semillero de santos y fermento de santidad en la sociedad. Por algo es que se empeña en atacar en primer lugar al matrimonio, porque bien sabe que destruyéndolo, o al menos desvirtuándolo, la sociedad se precipita en un caos que arrollará a la entera humanidad en el abismo infernal.
Para ser buenos esposos, primero hay que haber sido buenos novios; y para ser buenos novios, se debe haber sido buen cristiano, acostumbrado al espíritu de sacrificio y renuncia, sabiendo que no podemos ir por la vida dándonos todos los gustos y haciendo nuestro capricho, sino que debemos saber que el verdadero amor consiste en hacer feliz al ser amado, empezando por hacer feliz a Dios mismo, cumpliendo sus deseos y contentándole en todo, y luego también hacer feliz a los seres que amamos.
La lujuria es la gran enemiga del matrimonio. Por eso es necesario que los novios sean castos y tengan un noviazgo puro, sin relaciones prematrimoniales.
Siempre se está a tiempo de salvar un matrimonio, porque si cada uno de sus miembros, o al menos uno de ellos, trata sinceramente de ser santo, entonces puede revertir la situación más difícil y aparentemente insoluble.
Por eso también para el matrimonio católico, la solución pasa porque los esposos trabajen por su santificación y la del cónyuge.
MARIAMCONTIGO
Nov 8, 2014
Juan y Zaida
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Nov 13, 2014
Juan y Zaida
Evangelio para los esposos
Bodas de Caná.
Es interesante ver que Jesús quiso comenzar su vida pública de milagros en una fiesta de bodas, indicándonos con ello el aprecio que el Señor tiene por el matrimonio católico y por la familia.
Y la Virgen fue quien se percató de que en la fiesta no había vino, y recurrió a su divino Hijo para obtener de Él el primer milagro.
Es que María se preocupa por la vida familiar y está atenta a todo lo que pasa en la familia, especialmente por lo que le sucede al matrimonio que la fundó.
Entonces los esposos siempre deben saber recurrir a Jesús y en especial a María, que se interesa también por lo material y lo transitorio, pues Ella bien sabe que a veces los hombres necesitamos de lo sensible y de las alegrías terrenas para alcanzar la Alegría definitiva del Cielo.
Y el primer milagro fue la conversión de agua en vino. Es decir que el Señor no es un aguafiestas, sino que nos provee del vino, es decir, de la alegría. Y lo hace a pedido de María, su Madre santísima.
En el matrimonio cristiano muchas veces se necesitará cambiar el agua en vino, las amarguras y tristezas de la vida en común, por la alegría del Señor, que quiere vivir en medio de los esposos y unirlos cada vez más, hasta hacerlos no sólo esposos, sino amigos y hermanos uno del otro.
Nov 13, 2014
Juan y Zaida
Mensaje a los esposos
Uno con una y para toda la vida.
A pesar de las leyes inicuas que se aprueban desde los gobiernos anticristianos, el matrimonio siempre seguirá siendo de uno con una y para toda la vida.
El esposo y la esposa deberán vivir unidos en santo matrimonio, porque así lo exige la crianza de los hijos, que necesitarán una sociedad estable para crecer y desarrollarse, y eso se lo proporciona el matrimonio católico.
Satanás odia todo, pero en especial odia al matrimonio católico, porque es un semillero de santos y fermento de santidad en la sociedad. Por algo es que se empeña en atacar en primer lugar al matrimonio, porque bien sabe que destruyéndolo, o al menos desvirtuándolo, la sociedad se precipita en un caos que arrollará a la entera humanidad en el abismo infernal.
Para ser buenos esposos, primero hay que haber sido buenos novios; y para ser buenos novios, se debe haber sido buen cristiano, acostumbrado al espíritu de sacrificio y renuncia, sabiendo que no podemos ir por la vida dándonos todos los gustos y haciendo nuestro capricho, sino que debemos saber que el verdadero amor consiste en hacer feliz al ser amado, empezando por hacer feliz a Dios mismo, cumpliendo sus deseos y contentándole en todo, y luego también hacer feliz a los seres que amamos.
La lujuria es la gran enemiga del matrimonio. Por eso es necesario que los novios sean castos y tengan un noviazgo puro, sin relaciones prematrimoniales.
Siempre se está a tiempo de salvar un matrimonio, porque si cada uno de sus miembros, o al menos uno de ellos, trata sinceramente de ser santo, entonces puede revertir la situación más difícil y aparentemente insoluble.
Por eso también para el matrimonio católico, la solución pasa porque los esposos trabajen por su santificación y la del cónyuge.
Nov 13, 2014
Juan y Zaida
Nov 14, 2014
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Nov 14, 2014
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Nov 14, 2014