ADORADORES EUCARISTICOS

..."La Eucaristía es la fuente y, al mismo tiempo, la cumbre de toda la evangelización, puesto que su objetivo es la comunión de los hombres con Cristo y, en Él, con el Padre y con el Espíritu Santo"...

Concilio Vaticano II

  • Juan y Zaida

    EL ABANDONADO POR LOS HOMBRES.

    Si Jesús está escondido en el Santísimo Sacramento, era lógico también que estuviera abandonado por los hombres, que teniendo poca fe, no creen o creen muy débilmente que Jesús está realmente presente con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en la Eucaristía, y así dejan los Sagrarios de las iglesias en completo abandono, y Jesús, como en Getsemaní, queda solo mientras sus discípulos, los cristianos, dormimos en los intereses mundanos y materiales.

    ¡Qué caudal de gracias y dones tiene Jesús en el Santísimo Sacramento para darnos a los que nos acercamos con fe y amor a Él! Solo está esperando que vayamos a visitarlo unos minutos a la iglesia y Él se las ingenia para darnos tanta cantidad de gracias, que parece imposible que en tan corto tiempo un alma pueda recibir tanto del Señor. La mayoría de las veces ni nos damos cuenta de los dones que hemos recibido, y por eso nos enfriamos en las visitas a Jesús Sacramentado, y el demonio hace lo suyo para acelerar este enfriamiento, poniéndonos dudas y desabrimientos. ¡Claro, al demonio le horrorizan las almas eucarísticas, porque él sabe muy bien que un alma que tiene amor a la Eucaristía, comulgando frecuentemente y adorando al Señor con visitas periódicas, está perdida para él! Y no solo está perdida para él esa alma, sino que esa misma alma es como un centro de energía que atrae a otras muchísimas almas a Dios, a Jesús en el Sagrario.

    Aprovechemos que tenemos a Jesús presente en el Santísimo Sacramento en la iglesia, en el Tabernáculo, y vayamos a Él, porque puede llegar el día en que ya no lo tengamos disponible, y lloraremos y lamentaremos su ausencia.

    Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar.