Consagración de los Acólitos a Nuestra Señora

Nuestra Señora del Rosario de Fátima, Madre del Señor y nuestra Madre, nosotros, los acólitos portugueses, peregrinos en este vuestro Santuario, nos consagramos totalmente a Vos.

Nosotros Os consagramos nuestros ojos, con lo cuales queremos contemplar la presencia de Jesucristo, Vuestro Hijo, en cada celebración y de modo muy especial en la Eucaristía.

Nosotros Os consagramos nuestros oidos, con los cuales queremos escuchar atentamente la Palabra de Vuestro Hijo, para acogerla como Vos.

Nosotros Os consagramos nuestra boca, con la que queremos alabar al Señor por las maravillas que realiza en nuestro favor.

Nosotros Os consagramos todos nuestros sentidos y también nuestro corazón, en el que queremos acoger la entrega de Vuestro Hijo en cada celebración litúrgica y de modo excelente en la Eucaristía.

Vos, que sois la "mujer eucarística" en la totalidad de Vuestra vida, acompáñanos en el ejercicio de nuestro ministerio, haznos imitadores del Beato Francisco, nuestro Patrón, en el amor con que adoraba a "Jesús escondido", e interceded por nosotros, para que también nuestrs vida asuma forma eucarística.

Amén.