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Última actividad: Sep 10, 2021
..."Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. La Iglesia no es otra cosa que la "familia de Dios". Desde sus orígenes, el núcleo de la Iglesia estaba a menudo constituido por los que, con toda su casa, habían llegado a ser creyentes. Cuando se convertían, deseaban también que se salvase toda su casa. Estas familias convertidas eran islas de vida cristiana en un mundo no creyente.
El Concilio Vaticano II llama a la familia, con una antigua expresión, Ecclesia domestica. En el seno de la familia, los padres han de ser para sus hijos los primeros anunciadores de la fe con su palabra con su ejemplo, y han de fomentar la vocación personal de cada uno, y con especial cuidado, la vocación a la vida consagrada"...
Concilio Vaticano II - Familiaris Consortio
Este grupo ha sido creado para intencambiar mensajes, oraciones
y reflexiones entre los miembros acerca de como debe ser una
IGLESIA DOMESTICA, LA FAMILIA.
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Unidos en Oracion por las Familias, la primera Iglesia Domestica!!!
Comentario
Oración de los Esposos
Señor: Haz de nuestro hogar un sitio de tu amor.
Que no haya injuria porque Tú nos das comprensión.
Que no haya amargura porque Tú nos bendices.
Que no haya egoísmo porque Tú nos alientas.
Que no haya rencor porque Tú nos das el perdón.
Que no haya abandono porque Tú estás con nosotros.
Que sepamos marchar hacia Ti en nuestro diario vivir.
Que cada mañana amanezca un día más de entrega y sacrificio.
Que cada noche nos encuentre con más amor de esposos.
Haz, Señor, de nuestras vidas que quisiste unir
una página llena de Ti.
Haz, Señor, de nuestros hijos lo que Tú anhelas:
ayúdanos a educarles y orientarles por el camino.
Que nos esforcemos en el consuelo mutuo.
Que hagamos del amor un motivo para amarte más. Aleja de nuestras vidas a las personas con maldad en su corazón que nunca están conformes con la vida que ellas mismas edificaron y no quieren aceptar ni respetar a los hogares bendecidos por tu amor
Que demos lo mejor de nosotros para ser felices en el hogar.
Que cuando amanezca el gran día de ir a tu encuentro
nos concedas el hallarnos unidos para siempre en Ti.
Que este 2013 sea de mucha prosperidad espiritual para todos aquellos que oren siempre esta oración
Amén.
Artabán, el Cuarto Rey Mago II
Y más de treinta años estuvo en prisión, lamentándose de su mala suerte, sufriendo todo tipo de vejaciones y llegando a perder casi la cordura. Pero Artabán, en sus escasos y tenues momentos de lucidez, todavía tuvo tiempo para suplicar redención y piedad al procurador Poncio Pilatos, quien finalmente le otorgó la carta de libertad. Encontrado el perdón, dirigió sus pasos torpes por las pobladas calles de la ciudad, tropezándose con miles de personas que se dirigían hacia un lugar llamado el Gólgota. Una masa humana que deseaba presenciar la crucifixión de un falso profeta, un irreverente que había blasfemado contra Dios.
Artabán se dejó arrastrar por la multitud, cruzando por una plaza en la que estaban subastando a una bella doncella de rubios cabellos. Rebuscó entre sus andrajos y con el custodiado trocito de jaspe que todavía conservaba (en la esperanza de entregárselo algún día al Señor), compró la libertad de la joven. La mujer, en agradecimiento, besaba sus manos cuando la tierra tembló, rompiéndose en dos el templo, rasgándose los sepulcros. Con tan mala fortuna, que una piedra golpeó fuertemente la cabeza de Artabán, quedando tumbado en el suelo, desmayado. Y al recobrar el conocimiento vio como un hombre le sujetaba por los hombros y le miraba firmemente. Un joven que probablemente tenía la misma edad que él tenía cuando emprendió el viaje y que le decía: “Porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, estuve enfermo y me curaste, me hicieron prisionero y me liberaste”.
“¿Cuándo hice yo lo que decís”?, preguntó sin apenas respiración mientras miraba sus manos vacías de jaspe, diamantes y rubíes. “Cuanto hiciste por mis hermanos, lo has hecho por mí”, fue la respuesta. Y Artabán expiró, emprendiendo un nuevo viaje que le llevó a la eternidad del universo, al infinito del horizonte, fundiéndose con las estrellas y dejando la estela del que fue el Cuarto Rey Mago de Oriente.
Es posible que existiera un Cuarto Rey Mago, además de los oficiales Melchor, Gaspar y Baltasar. Un noble, príncipe según algunas crónicas, que tendría unos treinta años cuando, oteando el firmamento, descubrió la famosa Estrella de Oriente que anunciaba el Nacimiento del Niño Jesús.
Artabán, que así se llamaba nuestro protagonista, se dedicaba, entre otros muchos menesteres, a desentrañar los secretos del oráculo de Zoroastro que anunciaban, por activa y pasiva, la próxima llegada de un “Salvador” que haría del mundo un lugar más agradable. Y la aparición de la estrella en el firmamento fue la señal inequívoca. Como era de suponer no se lo pensó dos veces y decidió seguir la ruta que el ¿cometa? indicaba. Lógicamente preparó las ofrendas que entregaría al Redentor, entre las que destacaban un diamante de la isla Méroe que neutralizaba los venenos, un trocito de jaspe de Chipre como amuleto de la oratoria y un rubí de las Sirtes para alejar las tinieblas que confunden al espíritu.
Artabán, cargados ya los regalos, se dispuso a andar el camino, encontrándose en el monte Ushita con los emisarios de los reyes babilonios, Melchor, Gaspar y Baltasar, que lo citaban en la ciudad sagrada del dios Nabu y que no era otra que Borsippa, aquella en la que los antiguos erigieron un zigurat de siete pisos.
Así, nuestro Cuarto Rey, cabalgó raudo y veloz al encuentro de sus compañeros, sin dejar siquiera que el caballo recuperara fuerzas con las aguas del río Éufrates. Y ocurrió que cuando llegaba a las afueras de la ciudad, Artabán se encontró con un hombre malherido, desnudo, casi agonizante, el cual había sido atracado por unos ladrones que además de robarle sus pertenencias le propinaron una buena paliza. Un comerciante que recibió las atenciones de Artabán, que lavó sus heridas con vino y entablilló sus destrozadas piernas y brazos. Cuando el hombre recuperó el aliento y la consciencia, informó de que había sido totalmente desvalijado, habiéndole robado los malhechores toda la bolsa del dinero. Nuestro rey, como era de esperar, se apiadó del vendedor y le regaló el diamante de Méroe.
Lamentablemente, cuando quiso entrar en la ciudad y acudir al lugar indicado, los Reyes Magos ya se habían marchado, aunque le dejaron una nota en la que podía leerse: “Te hemos estado esperando mucho tiempo y no podemos dilatar más nuestro viaje. Sigue nuestra senda por el desierto y que la estrella te guíe”. Tras leer la corta misiva, arreó su caballo y cabalgó sin descanso, hasta la extenuación, trayendo como resultado la muerte de su brioso alazán. Pero nada podía detenerle y continuó el duro trayecto a pie, soportando tormentas de arena que ajaban el rostro y frenaban el paso.
Cuando quiso llegar a Belén de Judá sus vestimentas habían perdido el lustre y su cuerpo se mostraba enjuto y famélico. Allí, ninguna señal de Melchor, Gaspar y Baltasar, aunque sí se topó con la carnicería que ordenó llevar el legendario y cruel Herodes. Porque, como todo el mundo sabe, el tal Herodes, temeroso por los augurios, mandó asesinar a todos los recién nacidos, en una matanza de inocentes que tiñó de sangre las casas y las calles de Belén. Escenas que presenció Artabán en primera persona y que le llevaron a ofrecer su rubí a un soldado para que no atravesara con su espada a un niño. Pero un capitán se percató de la jugada y ordenó la detención del Cuarto Rey, que fue enviado a las mazmorras del palacio de Jerusalén.
Señor, gracias por mi esposo. Yo atesoro los años que hemos pasado juntos. Bendice su vida en abundancia. Bendice la obra de sus manos, su labor por nosotros, su familia. Te doy gracias por todas sus buenas cualidades. EL ha sido un buen padre, un buen esposo y un buen proveedor. Muestrame las formas en que puedo dejarle saber cuanto le aprecio. En el nombre de Jesús,
Amén.
Te pedimos, Señor, paz y felicidad en el nuevo año.
Que seamos felices, Señor, en esta tierra nuestra: Ella nos sustenta y rige.
Que seamos felices, Señor, con el perdón: Nada más poderoso para desterrar los odios y establecer la paz.
Que seamos felices, Señor, con la justicia: Sin ella no hay humanidad.
Que seamos felices, Señor, con la ternura: Es el único sol necesario para alumbrar días y noches.
Que seamos felices, Señor, en este nuevo año 2013. Lo necesitamos. Es deseo y don tuyo.
Gracias Señor porque es basta tu misericordia e inmenso tu amor, gracias, gracias. Amén.
POR LAS PRUEBAS, POR LAS TRIBULACIONES, LOS ENEMIGOS, LAS DESILUSIONES, LAS INCERTIDUMBRES, LOS FRACASOS... TODO LO QUE TÚ PERMITES EN NUESTRAS VIDAS Y NOS ACERCAN Aún MAS A TÍ...!!! BENDITO Y ALABADO SEAS POR SIEMPRE SEÑOR...!!! ;)
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Santa Teresita Radio
…“Por fin he encontrado mi vocación, MI VOCACIÓN ES EL AMOR”… Santa Teresita del Niño Jesús
¡Corazón de Jesús, tesoro de ternura, tú eres mi dicha,
mi única esperanza!
Santa Teresa de Lisieux.
SANTOS LUIS Y CELIA, RUEGUEN E INTERCEDAN POR NOSOTROS Y POR NUESTRAS FAMILIAS.
"Los santos esposos Luis Martin y María Azelia Guérin vivieron el servicio cristiano en la familia, construyendo cada día un ambiente lleno de fe y de amor; y en este clima brotaron las vocaciones de las hijas, entre ellas Santa Teresa del Niño Jesús". Papa Francisco.
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