NOVENA A LA VIRGEN DE LA SONRISA
(Se toma conciencia de la presencia de Dios, ante quien siempre estamos,
en quien somos y por quien vivimos, haciendo con calma y fe la señal de la cruz)
“En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”
ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS
Virgen de la sonrisa, Madre de la alegría.
Vengo a ponerme delante de tus ojos buenos.
Necesito esa luz de tus ojos serenos y esa esperanza de tu rostro amable.
Te doy gracias María, porque estás a mi lado en todos los momentos.
Cuando sufro, tengo tu alivio. Cuando estoy feliz, compartes mi gozo. Vengo a buscar tu ayuda de Madre para mí y para todos mis seres queridos.
(Pedir con humildad y confianza la gracia que se quiere obtener)
Te pido que hagas nacer en nosotros a Jesús.
Así podremos vivir con alegría,
en medio de las dificultades de la vida.
Danos fortaleza, paciencia, valentía,
y mucha esperanza para seguir caminando.
Madre de la alegría, derrama tu consuelo
en todos los que están tristes y cansados,
deprimidos y desalentados.
Que la hermosura de tu rostro,
lleno de fuerza y de ternura,
nos llene a todos de confianza,
porque comprendes lo que nos pasa
y somos valiosos para tu corazón materno.
Jesús dijo: “Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo. La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo. También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar”. (Juan 16, 20-22)
El cristiano es un peregrino, un caminante esperanzado que avanza paso a paso hacia la Patria definitiva. Pero no por tener los ojos en el cielo deja de tener los pies sobre la tierra; vive en el mundo, pero no es del mundo.
Cuando los que piensan que la vida termina en la tumba se desesperan, él se anima porque cree que las angustias y dolores del parto presente se convertirán en el gozo y la alegría eternos. En este mundo, que a veces percibimos como un “valle de lágrimas”, una certeza nunca nos debe abandonar: María está siempre dispuesta a interceder por las necesidades de sus hijos. Ella peregrinó por este mundo y experimentó necesidades similares a las nuestras, ahora que goza del cielo intercede por nosotros para que sigamos caminando .
ORACIÓN CONCLUSIVA PARA TODOS LOS DÍAS
De la mano maternal de María nos dirigimos al Padre con la oración que Jesús nos enseñó.
(Se reza un Padre Nuestro)
Depositamos en las manos de María nuestras intenciones.
(Se reza un Ave María y Bajo tu amparo)
No desprecies las oraciones
que te dirigimos en nuestras necesidades.
Antes bien líbranos de todo peligro,
Oh Virgen gloriosa y bendita.
¡Tienes que ser miembro de Santa Teresita Radio para agregar comentarios!
Únete a Santa Teresita Radio