Ayer tarde, en la Capilla de las Apariciones, estuvimos presentes en la celebración de la Santa Misa en habla hispana, que tiene lugar todas las tardes a las 19’15 (hora portuguesa).
     La presidió nuestro Capellán de habla hispana del Santuario, quien antes de darnos la Comunión, se paró un momento para darnos palabras de conocimientos de cómo recibir al Santísimo Sacramento.
     Fue algo que me llamo poderosamente la atención, pues era la primera vez que escuchaba algo tan importante y nunca dicho con tanta claridad en la Santa Misa.
Nos hizo ver que íbamos a recibir al mismo Cristo, que recapacitáramos cómo debíamos hacerlo, cómo debíamos recibir al Santísimo Sacramento. Para aquellos que lo reciben en la mano, les preguntó si verdaderamente tenían las manos limpias como para recibir al mismo Cristo. Fue algo grande el escuchar estas palabras por parte del Sacerdote en plena Misa, algo grande y esclarecedor, pues también nos comentó sobre la recomendación de ponernos de rodillas para honrar a quien vamos a recibir, insistiendo en que pensáramos y valoráramos a quien íbamos a tomar.
     Bueno, os puedo decir que, en el lugar que os digo vivimos la Santa Misa, Capilla de las Apariciones del Santuario de Fátima, gran número de fieles asistentes se arrodillaron para tomar al Señor, informando que en este Templo no hay reclinatorios, o sea, arrodillados en el suelo y pude observar que, tan solo una persona, tomó la Comunión en la mano, seguro que fue alguien que no entendió el idioma en que nos habló el Padre.
     ¡Ojala, contáramos con muchos ministros que nos hablaran tan claro y con tanta unción!
     ¡Gracias Señor por concedernos estos Sacerdotes!
     Amén.